Echo de menos la barriga. Sí, soy de esas

Sí, soy de las que echa mucho de menos la barriga de embaraza, más que la barriga, echo de menos el embarazo en su conjunto. La emoción, sentir las patadas, tener barrigota y, sobre todo, sentirme llena de vida.

Siempre lo digo, nunca me he sentido tan guapa (que no sexy), ni tan bien conmigo misma como estando embarazada.

Echo de menos la emoción antes de cada ecografía, el sonido del corazón, los nervios mágicos de las últimas semanas ante la incertidumbre de cuándo me pondría de parto, el prepararlo todo para la llegada del peque, el conocer el sexo del bebé, el escoger nombre, el intentar imaginar como sería su cara o cómo sería el parto, entre otras cosas.

Recuerdo que cuando me enteré de que estaba embarazada de Roc, a los pocos días fuimos a celebrar el cumpleaños de mi sobrino y nadie lo sabía, recuerdo cómo me sentía, la ilusión que tenía porque todos se enterasen. Me sentía especial, feliz, contenta. No quiere decir que no sea feliz ahora o no esté contenta, nada más lejos de la realidad, simplemente que esa sensación tan especial no se repite, al menos para mí. Esa sensación es única y temporal. No sé describirla.

Supongo que todo esto se debe a que he tenido dos embarazos y dos partos fantásticos, si no, imagino que «otro gallo cantaría». Pero sí, he tenido la suerte de disfrutar mucho de mis embarazos, incluso, en contra de lo que todo el mundo dice, puedo afirmar que disfruté más el último embarazo que el primero. Lo viví con menos miedos y pude hacer todo aquello que con el primero no pude por culpa del riesgo de parto prematuro.

Y, ahora, siendo familia numerosa, cuando la gente da por hecho que ya no voy a tener más hijos, a mi se me rompe un pelín el corazón solo de pensarlo.

No entra en nuestros planes tener más hijos, bueno a decir verdad, no entra en los planes de mi marido, yo aún me animaría a tener otro la verdad, y por eso mi familia y amigos me tachan de loca perdida jejejeje.

El caso es que pensar que no volveré a quedarme embarazada nunca más me da penita, pensar que no volveré a vivir un embarazo y la maternidad de nuevo me entristece y es por eso que prefiero pensar que la vida da muchas vueltas, que aún somos jóvenes y que quién sabe. No estoy preparada para cerrar esa etapa de mi vida aún.

Sí, podéis pensarlo, estoy muuuyyy loca! 😉

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