Manual de instrucciones del niño

La letra pequeña del contrato de padre/madre que nadie te explica

Bebé de 0-24 meses

  • La cuna o cuna colecho que has montado o vas a montar, será la mejor mesita de noche que hayas tenido nunca. Será su único uso ya que tu bebé creerá que la cuna tiene pinchos. Consejo: Montarla y utilizarla como desahogo para las cosas del bebé o directamente, no montarla.
  • Estés de acuerdo o no, te parezca bien o no el colecho, no te resistas. El colecho es lo único que va a medio “salvar” tus noches.
  • Da igual la marca de pañales que compres. Las cacas del bebé son radiactivas y tienen a extenderse por doquier, sobre todo, el día que estrena ropa. Nota mental: Llevar siempre ropa de recambio y tener en el armario un buen quitamanchas para la ropa.
  • No importa cuánta prisa tengas, ni lo bien que te organices para llegar a tiempo a cualquier cita. Tu hij@ hará caca en el último momento y llegarás tarde. Consejo: asumir que no volverás a ser puntual.
  • Si decides dar el pecho al bebé prepárate para necesitar beber agua cada dos minutos y para la necesidad imperiosa que tendrás de consumir azúcar. Durará unos meses.
  • Si decides dar el pecho asegúrate de taparte el pecho tras las tomas, en caso contrario, más de una vez abrirás a algún mensajero con el pecho al aire (con un poco de suerte, solo será uno de los pechos y no los dos). Tranquila no serás ni la primera, ni la última.
  • No volverás a ir al baño sol@
  • Tu cansancio es inversamente proporcional a su energía.
  • Da igual los juguetes que compres y lo bonito y caros que sean. Tu hijo siempre preferirá el mando de la tele o las llaves del coche. Si estás pensando que la solución pasa por comprar un mando de la tele en los chinos y dárselo para que no coja el que funciona, que sepas que estás subestimando a tu hijo. Tienen un radar.

Niño a partir de 24 meses

  • Tus hijos nunca estarán tan sedientos como cuando lleven 10 minutos en la cama.
  • Por mucho pipí que hagan antes de acostarse, cuando llevan 10 minutos en la cama vuelven a tener pipí.
  • Nunca entrarás tanto pánico como cuando recibas una llamada del colegio.
  • Da igual lo mucho que coman tus hijos en el comedor del colegio, incluso si repiten algún plato,  siempre salen muertos de hambre del colegio.
  • Da igual cuanto te esfuerces en la merienda que les llevas, siempre les apetece más lo del amigo del cole. Al día siguiente les llevas lo que tenía el amiguito ayer, pero ahora prefieren lo que tiene otro amiguito y así, sucesivamente.
  • Todos los padres con hijos que conozcas te explicaran que sus hijos duermen del tirón casi desde el principio. Los tuyos tendrán cinco años y te seguirá despertando a media noche una o dos veces mínimo.
  • Imprescindibles cuando el niño empiece la escuela infantil: liendrera y árbol de té. Crees que no, pero los piojos aparecerán y te verás quitando liendres cual mamá/papá gorila.
  • Prepárate para los grupos de WhatsApp del colegio. Algunos padres leen todos los mensajes y los contestan todos. Otros padres se hacen “amigos” de algún padre que lo mantiene informado.
  • No decirle al niño después de salir del cole que hay que ir a casa porque toca baño con pelo ¡Error! El niño se pasa todo el camino de vuelta a casa quejándose porque no quiere bañarse (y menos con pelo). Nota mental: Informar del momento del baño cuando el niño se encuentre sin escapatoria.
  • Antes de salir de casa para ir al colegio colocar primeros los buffs y después peinar. Hacerlo al revés implica peinar dos veces porque al colocar el buff se despeinan.
  • Si tienes dos hijos y, por ejemplo, los bañas a la vez, deberás aprenderte una canción para decidir cuál de los dos sale primero y ¡ojo! Que si no la cantas bien o te saltas alguna parte, deberás volver a repetirla hasta que ellos consideren que lo has hecho correctamente.
  • El baño es extrapolable a dar algo de comer a los dos a la vez, un juguete o cualquier otra situación similar.
  • Si tienes dos hijos o más deberás recordar quién de los dos ha hecho  primero cosas como: abrir la puerta de casa, la de la portería, escoger cuento, etc, porque la próxima vez le toca al otro y ellos lo saben.

Opiniones de terceros

 Si estás embarazada estarás hasta el moño de escuchar frases como: aprovecha y duerme ahora que luego no podrás, se os acabó la tranquilidad, olvídate de la vida de pareja y un sin fin más.

Pensarás que cuando el bebé nazca esto se acabará, pero lamento comunicarte que nada más lejos de la realidad. Las opiniones de los opiniológos que, además mayormente son personas con las que tendrás poco trato, solo acaban de empezar.

Preparaos para:

  • ¿Todo el día en brazos? Se va a acostumbrar.
  • Déjale llorar que no le pasa nada.
  • ¿Duerme con vosotros? Pues que sepas que ya no lo vas a sacar de la cama hasta la adolescencia.
  • Todavía llevarás las compresas postparto y tendréis unas ojeras que llegan hasta el suelo y os preguntarán ¿Cuándo vais a por el segundo?
  • Y si cometes el error de decir en voz alta que solo quieres/puedes quedarte con uno la gente te convencerá de lo bueno q es tener hermanos y que te lo pienses bien.
  • Si decides dar el pecho serás una súper mamá los seis primeros meses, si continúas después de ese tiempo amamantando pasarás a ser juzgada porque el niño ya es mayor y no puede estar todo el día en la teta que se va a enviciar.
  • Si, además, estás todo el día con la teta fuera, te insistirán para que le des el biberón porque (y ahí es cuando te sueltan la justificación por excelencia), al fin y al cabo, “la mayoría de niños de las últimas décadas han sido alimentados con biberón y no ha pasado nada”.
  • Si das el biberón, serás juzgada por no dar el pecho.

Pero qué pasa cuando ya tienes dos hijos, veamos las siguientes hipótesis:

  • Tenéis niño y niña = la gente dirá que ya os podéis plantar, que ya tenéis la parejita y lo habéis hecho muy bien.
  • Tenéis dos niños = la gente preguntará que para cuando la niña
  • Tenéis dos niñas = la gente preguntará que para cuando el niño
  • Tenéis tres hijos = la gente preguntará si todos son vuestros, si sois del Opus, si no tenéis tele y, la que más me gusta a mí, ¿ya cerráis la fábrica no?

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